Griseta
       -¿Le molesta si pongo un tango? -me dijo el taxista.  -Todo lo contrario -mentí ante lo irremediable, porque si hay algo devastador es escuchar un tango a las nueve de la mañana. Encendió la FM y escuché sin querer. Terminó el tango y el tipo adivinó cuál seguía con sólo escuchar las primeras notas, así que antes de que empezara el tercero le pregunté rápidamente:  -Ahora, ¿cuál viene?  Sonaron dos compases.  -Griseta -dijo.  Escuchamos en silencio.  -¿Le gusta la ópera? -dije.  -La verdad que no -dijo.  -Pero sabe de dónde viene Griseta...  -¿La del tango? Sí, de Francia... Disculpe la expresión, es la típica puta francesa.  -Una puta rara, ¿no? Soñaba con Des Grieux, quería ser Manon -cité.  -No sé quiénes son, pero le voy diciendo algo: Griseta es Griseta. Es medio sentimental pero no deja de ser una atorranta; si quiere, me da lástima.  Hubiese sido una guarangada que le dijese que en sólo una estrofa González Castillo menciona a todos los personajes de dos óperas de Puccini...