Victoria, la otra

¿La historia de la cultura argentina la escriben los que pierden? Cualquiera sea la respuesta, la batalla no está terminada, porque el nombre de Victoria Ocampo, menos irritante que hace cuatro décadas en los ambientes de la izquierda intelectual, sigue sin embargo asociado a palabras como oligarquía y frivolidad. Se le concede que su obra cultural, básicamente la revista Sur, que editó desde 1931 hasta 1971, es estimable. No se le perdona que haya sido arbitraria en la selección de sus colaboradores, que haya sido antiperonista y que prefiriera tomar el pulso a la literatura de París antes que a la de la Argentina, lo que no es del todo cierto. Ahora [c. 2005], se están reeditando trabajos que Sur publicó a lo largo de 40 años, también las cartas de Ocampo, y en eso debería verse su legado y su particular concepción de la cultura, para la que exigía un “nivel” mínimo, que debía ser --como se dice que dijo alguna vez-- “el nivel Henry James”. Frase quizá involuntariamente irónica,...